INSTITUCIÓN EDUCATIVA FONTIDUEÑO JAIME ARANGO ROJAS
El 15 de Mayo de 1950 fue proclamado San Juan Bautista de La Salle como patrono de los educadores por parte del Papa Pío XII, por lo que ese mismo año, la Presidencia de la República declaró a esta fecha como el Día del Maestro en Colombia.
Confía en que la conciencia hará su trabajo y no es necesario humillar a nadie para lograr que mejore en su conducta. Saberse apreciado y querido mueve a arrepentirse y obrar bien.
CARLOS FRANCO
ANA MARÍA QUINTERO
DIANA RESTREPO
Bello, Antioquia, 1961.
INFORMACIÓN ACADÉMICA
Egresado del Instituto Parroquial Jesús de la Buena Esperanza. Bello 1980. Egresado del programa Inglés-Español de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia en 1988.
Egresado de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia en 1999 con la tesis Fuentes Fotográficas de Bello, investigación sobre la historia de la fotografía y las colecciones fotográficas más importantes en este municipio antioqueño. Fue origen del Archivo Histórico de Bello.
Aficionado a la historia. Obra sin publicar, Restrepos y Ochoas de Bello, Genealogía 2011.
Autodidacta en lenguas romances: portugués, gallego, catalán, francés, italiano y rumano.
Ganador del Primer Premio Andrés Bello de Literatura con la obra Trece poemas, Bello 1996, auspiciado por la Secretaría de Educación Municipal y cuyo jurado estuvo conformado por: María Cecilia Arcila, Luis Fernando Macías y Mario Escobar Velásquez.
DESEMPEÑO PROFESIONAL
Como docente: En la educación básica secundaria en áreas lingüísticas, lengua materna castellano y lenguas extranjeras inglés y francés; así como en ciencias sociales. Trabajo realizado en diferentes instituciones como el Instituto de
Capacitación A.C.F., la Escuela Normal Antioqueña de Señoritas, la Universidad Cooperativa de Colombia, la Corporación Confuturo, de capacitación de adultos, en sus programas con la empresa Familia y con la empresa Tejicóndor; así como gran cantidad de alumnos particulares. Posteriormente vinculado como docente del Municipio de Bello. I. E. Divina Eucaristía, I. E. Comercial Antonio Roldán Betancur e I. E. Fontidueño J. A. R.
Como traductor: traducciones al castellano del inglés, el francés y el portugués; especialidad técnica en ciencias de la información. Traducción de la correspondencia en inglés de Alfonso López Pumarejo en la Sala Patrimonial de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia. Traducción inédita del poema extenso “Poema Sujo” del poeta brasileño Ferreira Gullar.
Como bibliotecólogo: procesos técnicos-análisis de información, clasificación de información. Monitoría durante tres años en la biblioteca de la EIB de la Universidad de Antioquia.
Las visitas vienen por las tardes
con su pan bajo el brazo y salen cargadas
de matas y de recuerdos.
La pequeña OIga corretea con los niños de las visitas y
de los vecinos que hacen daños arriba en las
piezas.
y queste cuál es, y que aquel mono cómo se
llama ... y yo que creo que todo se olvidaría
con sólo una pequeña incisión en una de las
venas principales.
y estas tardes heredadas a la madre de la
madre de mi madre, de azaleas, naranjales y
aquelarres diurnos no tienen por qué ser un
camino equivocado para la humanidad y tal vez
sólo a otra ciencia puedan ser equiparadas.
... y alguna tarde, ya olvidado el deseo mío,
casi por siempre, maduro el planeta y el día,
una mujer como éstas parta la naranja con sus
dedos fuertes y vea de ella como un susto
mi sangre saltar, casi feliz y rápida entre sus
manos .. Seré entonces en voz baja el hijo de
la tía, del primo, del cuñado, del abuelo... que
venga al cuento con su cuento de espaldas para
desangrarse unos minutos esa tarde.
El derecho a la muerte es algo así como la
mujer del prójimo en la conversación de las
visitas.
1984
Hilos como días
y el tejido de mi vida
que se deshace
que se hace
que se pinta
el que mi padre tiñe en la fábrica
con colores que no tienen por qué gustarle.
pero así lo pinta
Hilos rojos que se entrecruzan con hilos azules
como imitando el paño inglés.
flores para cortinas y cojines,
cuadros para manteles, tela ...
mucha tela para cubrir las cosas
Las mesitas, las camas, las ventanas
todas temen la desnudez
Por ejemplo, esta mesita redonda con flecos
tiene miedo de ser simplemente una caneca
El algodón sigue llegando
en los vagones del tren -todavía oliendo a costa-
y sale vuelto rollos multicolores.
Hilos blancos que se sumergen en la tinta
fibras del mismo enredo
que se estrangulan unas a otras
La prensa rotativa le saca la lengua a mi padre
vomita flores y figuras geométricas simplonas
estampa la vida de él y la de todos nosotros
En la sección de Acabados se ve el resultado de su trabajo
y.en nosotros
hilos coloridos
de un mismo enredo
hasta llegar a ser un remiendo
para cubrirle el sexo
a una señora peluda
que se llama Lucha,
por sobrevivir.
1985
Hola mi nombre es Ana María Quintero Ortega soy licenciada en inglés de la universidad Luis Amigó, especialista en pedagogía de la virtualidad y magister en educación.... Actualmente trabajo en este hermoso liceo. Hace seis años estoy vinculada con el estado, ese fue un propósito que me puse cuando estaba haciendo el pregrado. Siempre he pensado q la disciplina es la clave del exito, y yo he ido cumpliendo uno a uno de mis sueños, no solo en la parte profesional sino tambien en lo personal.
Soy una mamá feliz y enamorada "Federico" es una promesa de amor cumplida.
Entre mis hobbies está escuchar música, leer y caminar por la montaña, compartir con mi familia y seres queridos.
Para este año tengo muchas expectativas con el inglés day! pues es un proyecto en el que podemos potencializar talentos y descubrir que el inglés lo debemos aprender por convicción y no por obligación.
Soy Diana Restrepo, docente por vocación. Amo las palabras y el color y la manera en cómo ellas se funden y le dan sentido a mi ser. Debo confesar que soy una romántica empedernida que le encanta el chocolate en las noches frías y el café en las mañanas (y confieso que en resto de las horas del día). Las flores silvestres me enamoran, me encantan los amaneres que nacen con esperanzas nuevas y los atardeces tenues y suaves que me encuentran con el deber cumplido. Soy de gustos especiales: tiempo, cafés, lecturas, arte, el compartir pensamientos, eso es lo que de mi familia y amigos guardo en mis recuerdos más queridos.
Rostros sin forma en medio de sombras por la poca luz del callejón, iba triste, cabizbajo, imaginando si algún día pudiese salir del agujero que la dura vida traía a su diaria existencia. Solo un gato negro y flaco de ojos grises con su mirada ajena acompañaba aquel sonámbulo de la realidad.
Y en él pensaba cuando metió sus manos al bolsillo a esculcar las pocas monedas que lo acompañaban. No, no le alcanzaban para la leche, otro día irse a tumbar con el estómago vacío y el lamentoso llanto de su gato.
Abrió la puerta tratando de no hacer ruido, encendió la única lámpara que tenía y allí en medio del cuchitril estaba frío, tieso, inerte.
- Pensó- bueno, al menos hoy no le dolerá no comer.
Llevaba años recorriendo el mismo camino. En las mañanas su tenue sonrisa y una mirada al cielo agradecida como de costumbre iniciaba su rutina. De regreso con los ojos perdidos en la bruma, con caminar cansado, con el peso en los hombros.
Era ahí donde observaba las piedras duras y sueltas en el camino, donde hacia añicos los únicos zapatos que ya maltrataban sus pies. Deseando llegar a casa, encender la vieja estufa tomar su café e irse a dormir.
Su rutina era consistente pero inconsciente. No hizo ningún esfuerzo por cambiar su situación. Lo mismo una, otra y otra vez…
El camino con los mismos viejos árboles, las flores ya marchitas, eran testigos mudos de su cambio al andar, de su huella y las marcas en su piel, de sus desgastados zapatos de su columna ya encogida.
¡Oye tú! Llamo una voz en su interior… la vida no perdona, los soles y las lunas pasan y pasan sin cesar. Y una imagen en su mente, viéndose aun gallardo, erguido, engreído, risueño pero solitario…y ese fue su error. Nunca, nunca estuvo para sí, solo se dedicó a los demás, para los demás. Y al pasar las manecillas del reloj millones de veces no tenía nada que valiera a su alrededor.
Una mañana hecha hielo, con aquel frío que llega hasta los huesos, soplaba de manera incesante hasta llegar a su alma. Esa mañana el abrió los ojos sintiendo el peso de su vida… se quedó allí. Giro su cabeza a la derecha y observo la ventana empañada por las gotas de lluvia y agitar de las ramas de un viejo árbol con despiadados movimientos. Con gran esfuerzo giro la cabeza a la izquierda y solo quietud. En su mesa de noche el vaso de agua a medio terminar, sus lentes maltrechos y un recorte de revista que anunciaban un recital.
El recorte perdió su forma y su alma quedo allí. Su cuerpo sin querer respirar, vivir. Justo ahí se dejó alcanzar por las manecillas de reloj, por su andar cansado y sus sueños malgastados. Justo ahí sintió el aplastante sentido de su viaje y cerró los ojos por última vez.
El tráfico se hacía denso y la noche no dejaba sombras ya. La oscuridad del cielo anunciaba luna nueva y posiblemente lluvia. Hacía mucho frío y la atmosfera del autobús no ayudaba. Las personas simulaban entretenerse en sus móviles absortos en sus pensamientos con caras cansadas y el deseo inmenso de llegar a casa.
Llevaban más de veinte minutos en un solo sitio. Los pitos, las motocicletas en un hábil zic-zac acompañadas de acaloradas palabrotas por parte de las personas que se habían bajado de los autos a fumarse un cigarrillo y averiguar qué era lo que estaba pasando.
Ella estaba en la ventana casi en medio del autobús, con el móvil en la mano que anunciaba nueve por ciento de batería, hecho que no le permitió seguir leyendo su libro de turno. Tomo conciencia del inmenso frío que hacía, de la indiferencia de las personas a su alrededor, de los silbidos, gritos y bocinas estrepitosas como si esa simple acción acelerará la situación. Fue un despertar.
Aunque aún sus personajes se resistían a salir de su cabeza, ya estaba presente en ese mínimo lugar que ocupaba. El día había sido duro, como siempre que llegaba final de mes cuando tenía que llamar a cobrar, con el guion bien memorizado, una amabilidad fingida que después de tantos años al frente de la pantalla y el teléfono se le hacía casi natural.
Nadie daba razón de la razón de la tardanza, pero era casi ensordecedor. Cerró sus ojos, no tenía sueño, solo quería descansar un instante sus ojos. Cuando menos lo pensó una luz intensa la dejó enceguecida, y en sus oídos un pitido intermitente, que no le permitía diferenciar algún otro sonido, su boca estaba seca, no pudo modular palabra, al siguiente segundo sentía la boca llena de una sustancia viscosa, metálica, que era incapaz de tragar, se ahogaba, pero tampoco podía toser.
El vip en sus oídos hizo que intentara tocarse la cabeza, aunque no sentía dolor, fue aterrador porque no sintió nada, absolutamente nada. Su cuerpo no la obedecía, era como si estuviese fuera de sí.
Viiiiiiiiiiiip, vip, vip… ese maldito vip (pensó). Intentó abrir los ojos nuevamente, escupir, toser, moverse, pero era inútil, se ahogaba, no podía gritar, no podía ver, oír. Intentó llorar, pero no podía, los gritos se quedaban en su garganta como haciendo gárgaras con esa cosa espesa que no la dejaba ni tragar, vomitar, respirar, hablar…las lágrimas estaban tras sus ojos. Iba a rezar, pero no recordó, nada. Aterrada con todas sus fuerzas quiso gritar, moverse, pero era imposible.
Niña. Niña… escucho por fin muy lejos, hasta que sintió que la halaron. Niña despierte, es usted la última en bajarse.
Con dificultad abrió los ojos, en un susto de muerte, se mordió la lengua y tragaba sangre. Pero fue un alivio, sus piernas le respondieron y con un gracias lleno de vergüenza, se bajó del autobús, tratando de recordar donde estaba, tendría que caminar mucho para llegar a su casa, pero estaba viva, y como nunca respiro profundo y caminó bajo la lluvia, agradecida.